Fotografia © Diego Eidelman

Tapón de corcho es el modo correcto para referirnos al elemento para cerrar las botellas, ya que el corcho es el material con el que se elabora. Exploremos algunos detalles de este elemento tan habitual y veamos cuáles son las diversas alternativas que existen.

Entre los componentes que afectan directamente la calidad del vino, está el cierre de la botella. El encorchado es uno de los últimos eslabones del proceso de producción del vino.

El tapón de corcho es el responsable de la calidad del vino a través del tiempo, aunque algunas veces, el corcho natural puede producir la proliferación de bacterias, ingreso indeseado de aire, desarrollo de hongos y moho, etc.

El Alcornoque es el árbol del cual se extrae el corcho. Más específicamente, la familia y especie es Quercus suber, de alrededor de unos 20 a 25 metros de altura y con estructura de madera compacta. La parte del árbol que se utiliza para la fabricación de corchos es su corteza.

Este árbol crece en principalmente en Portugal, con un poco más de la mitad de la producción mundial, seguido por España y otros países como Francia, Italia, Argelia, Marruecos y Túnez. Se ha intentado el cultivo del Alcornoque en otras regiones, aunque sin resultados totalmente satisfactorios.

Su corteza es un tejido esponjoso, flexible y liviano que protege al tallo. Se la quita del Alcornoque manualmente una vez que supera los 60cm. de circunferencia. La primera extracción del corcho no se utiliza en industrias relacionadas con los alimentos y bebidas dado tiene una estructura irregular y calidad insuficiente.

Unos 10 a 15 años más tarde, se realiza la segunda saca de la corteza, que aún no cuenta con una estructura homogénea para fabricar tapones. Recién a partir de la tercera saca, aproximadamente a los 50 años de edad del árbol, el corcho ya cuenta con una calidad adecuada y luego de esto, se realizarán extracciones cada 10 años. La vida productiva del alcornoque es de unos 150 años en promedio.

Las células del corcho contienen una sustancia impermeable y resistente al fuego que se llama suberina. Las lenticelas son las estructuras responsables de la porosidad del corcho, que permite respirar al alcornoque y de acuerdo con su cantidad, sumada al eventual agrietado, producen corchos flor -la mejor calidad-, de primera, segunda o tercera.

Estos niveles de calidad se emplean en una gran diversidad de industrias, como la construcción, industria naval, aeroespacial, automotriz, corte y pulido de vidrio, acústica, mecánica, moda, decoración, etc.

Su amplio abanico de aplicaciones se debe a sus múltiples características, tales como ser aislante acústico, térmico y químico, su baja conductividad eléctrica, elasticidad, resistencia a temperaturas extremas, abrasión y agentes químicos, entre otras, que en muchos casos aventaja a compuestos sintéticos.

Fotografia © Diego Eidelman

Volviendo a la industria vitivinícola, las distintas calidades del corcho dependen de la clase de vino para el cual son destinados, que a su vez impactan en los costos y por ende en el precio final del vino.

En el caso de los grandes vinos de guarda, se suelen usar tapones de un poco más de 50mm. de largo, mientras que los vinos de calidad que les siguen utilizan corchos de unos 45mm. A medida que disminuye la calidad del vino se reduce su longitud.

Los corchos de menor calidad están fabricados con corcho triturado y compactado en prensas. Para los corchos de Champagne y vinos espumantes también se suele utilizar corcho aglomerado en la parte superior y láminas de corcho de calidad, que son las que están en contacto con el vino.

En la fabricación el corcho se llevan a cabo distintos procesos. En primer término, se deben acondicionar las placas de alcornoque, luego se las almacena y se les extrae la humedad. Posteriormente son pasadas por agua hirviendo para cerrar los poros y mejorar su elasticidad, luego de lo cual pasan a secado nuevamente.

Más adelante pasan a máquinas sacabocados que perforan sacan transversalmente los corchos de las planchas. El espesor de estas planchas es el que determina la longitud del corcho.

El tapón de corcho que hoy conocemos fue creado por Dom Pierre Pérignon, el monje benedictino a quien se atribuye la creación del Champagne. Él utilizó tapones de este material luego de otros numerosos intentos fallidos con madera, trapos y cera.

Por diversas razones, tal vez el futuro del tapón de corcho natural podría tener los días contados. Es un hecho que el consumo del vino aumenta por el hecho de que la población mundial crece a una tasa sostenida, lo cual incrementará la demanda del corcho. Por otra parte, el Alcornoque no se adapta naturalmente a zonas fuera del Mediterráneo.

Debido al hecho de tratarse de una materia prima de origen orgánico, es susceptible al desarrollo de microorganismos y de acuerdo con estudios realizados, el propio tratamiento del corcho con sustancias como el cloro, da origen a la formación Tricloroanisol, llamado comúnmente TCA, considerado un defecto del vino, como así también otros contaminantes no deseados.

Dado que esta sustancia se propaga por contacto, suele ser bastante común que partidas completas de vinos presenten en mayor o menor grado este problema. Los defectos en los tapones de corcho son la causa de que alrededor del 4% al 5% de una producción pueda ser defectuosa.

Fotografía © Diego Eidelman

Mirando hacia el futuro, tal vez se utilicen tapones de corcho exclusivamente en vinos de alta gama. Hoy en día, existen alternativas muy confiables que incluso son un requisito en la exportación de vinos.

El tapón sintético es el que más rápido se difundió y luego lo siguió el aggiornado cierre a rosca o screwcap, muy utilizado desde hace décadas en Australia y Nueva Zelanda en vinos de calidad. En la actualidad podemos encontrar muchos vinos tintos jóvenes, blancos y rosados con este cierre.

Una opción más reciente y que está en pleno crecimiento es el tapón producido en base a materias primas sustentables y renovables obtenidas a partir de la caña de azúcar –Nomacorc-. Estas soluciones son fabricadas con distintas propiedades, calidades y algunos de ellos llegan a reproducir con gran detalle las marcas y líneas de los tapones de corcho naturales.

Imagen vinolok.cz

Asimismo, encontramos una alternativa premium sumamente atractiva, confiable y resistente que se elabora en base a vidrio de alta calidad con un anillo de sellado, el Vinolok.

Estos tapones, que ya se usan en Europa y Estados Unidos, están orientados a un segmento de alta gama y además de ser extremadamente resistentes, tienen un atractivo muy especial que se integra con el diseño de las botellas.